Más allá de los usos diversos que pueden tener las criptomonedas, como por ejemplo pagos internacionales, ahorro o su uso en aplicaciones descentralizadas, es una realidad que muchas personas e instituciones las ven como un instrumento de inversión financiera.
En este sentido, si bien es cierto que se puede ganar dinero invirtiendo en criptomonedas, es elemental que se tengan en cuenta ciertos recaudos. Tener una estrategia y gestionar los riesgos son dos buenas prácticas en este mundo, y te explicaremos por qué a continuación.
Entender la volatilidad del mercado
El mercado de criptomonedas es conocido por su alta volatilidad, lo que significa que los precios pueden subir o bajar mucho en cortos períodos de tiempo. Esta volatilidad se debe a varios factores, los mismos que influyen en otros mercados, como la oferta y la demanda, eventos macroeconómicos o incluso avances tecnológicos.
Además, debemos tener presente que el mercado de criptomonedas es relativamente joven y menos líquido que los mercados financieros tradicionales. La liquidez se refiere a la facilidad con la que se pueden comprar o vender activos sin afectar significativamente su precio. En mercados menos líquidos, las grandes transacciones pueden causar más volatilidad.
Asimismo, la falta de un consenso generalizado sobre la valoración justa de las criptomonedas contribuye a su naturaleza volátil, ya que los precios se ven fuertemente influenciados por las expectativas y percepciones de los inversores. En otras palabras: no se sabe a ciencia cierta (al menos por ahora) cuánto vale o debe valer una criptomoneda.
Como inversor, es importante que comprendas esta volatilidad y sus causas, para así gestionar el riesgo y tomar decisiones informadas. Es importante estar preparado para los altibajos y no dejarse llevar por las emociones en ciertos momentos.
Diversificación de la inversión de criptos
Como ya sabrás, la diversificación de la inversión consiste en distribuir el dinero invertido en activos y criptomonedas diferentes en lugar de concentrarse en una sola. Esto se hace para quedar menos expuesto a la volatilidad y a eventuales sucesos extraordinarios que puedan afectar negativamente la valoración de un activo.
Por ejemplo, en lugar de añadir únicamente bitcoin, un inversor podría diversificar su portafolio con otras criptomonedas como Ether, XRP y stablecoins, así como en activos tradicionales como acciones o bienes raíces.
Diversificación por sectores
Diversificar no solo implica invertir en diferentes criptomonedas, sino también en distintos sectores y proyectos dentro del ecosistema. Algunas criptomonedas están orientadas a pagos digitales, mientras que otras están enfocadas en contratos inteligentes, soluciones de escalabilidad, o incluso en finanzas descentralizadas (DeFi).
La importancia de la diversificación en la inversión en criptomonedas radica en que te ayuda a reducir considerablemente los riesgos. Dado que el mercado de criptomonedas es muy volátil en la mayoría de los casos, depender únicamente de un solo criptoactivo puede exponerte a pérdidas en caso de una caída abrupta.
Diversificación por segmentos de mercado
Pero no nos quedemos solo con lo negativo. Diversificar también permite aprovechar las oportunidades de crecimiento en diferentes “rubros” o segmentos del mercado. Al comprar diversas criptomonedas, se equilibran las pérdidas que generan algunas de ellas con las ganancias de otras, con lo que aumentan la estabilidad y el potencial de retorno de su portafolio.
Los métodos para diversificar inversiones en el mercado de criptomonedas pueden ser varios y tienen la ventaja de adaptarse a las necesidades y objetivos de cada inversor. Un enfoque común es distribuir las inversiones entre diferentes criptomonedas con distintas capitalizaciones de mercado y funcionalidades. Por ejemplo, un portafolio diversificado podría incluir bitcoin y ether como activos principales, debido a su alta capitalización y adopción, junto con criptomonedas de mediana y pequeña capitalización como Polkadot, Cardano, y proyectos emergentes que podrían ofrecer altos rendimientos a largo plazo.
Otra estrategia podría ser la de diversificar por sectores del ecosistema cripto. Esto sería, por un lado, asignar fondos a criptomonedas enfocadas en contratos inteligentes, como Ethereum y Solana; por otro, invertir en monedas de intercambio, como BNB; también en stablecoins como USDT y USDC; y en proyectos de finanzas descentralizadas (DeFi) como Uniswap o Aave. Además, considerar la inclusión de tokens no fungibles (NFTs) y proyectos de metaverso puede agregar otra capa de diversificación.
Finalmente, los métodos de diversificación también pueden incluir la combinación de activos tradicionales con criptomonedas.