
En medio de una inflación que afloja, pero no cede del todo, un dólar planchado y tasas en pesos que vuelven a tentar, el carry trade resurge como una opción para quienes buscan rendimientos rápidos en Argentina.
Esta vieja conocida del mercado local, también llamada bicicleta financiera, reaparece en las carteras de inversores institucionales y también seduce a ahorristas más sofisticados. Para empezar tenemos que explicar qué es el carry trade.
Qué es el carry trade
El carry trade es una estrategia financiera que consiste en tomar deuda o cambiar moneda en un país con tasas de interés bajas y colocar ese dinero en activos que rinden más en otra moneda o mercado. En el caso argentino, implica posicionarse en instrumentos en pesos esperando que el tipo de cambio se mantenga estable.
Cómo hacer carry trade en Argentina
Para ejecutar un carry trade en Argentina, el inversor suele:
- Cambiar dólares por pesos.
- Invertir esos pesos en Lecaps, bonos CER o plazos fijos UVA.
- Esperar a que esos activos rindan más que la inflación y la eventual devaluación del tipo de cambio.
- Volver a comprar dólares al finalizar la operación.
El éxito de esta táctica depende de que el dólar no suba más rápido que el rendimiento de los activos en pesos.
Tasas reales positivas y dólar estable: el combo que activa la bicicleta
Desde marzo, el Banco Central ha bajado la tasa de política monetaria en varias oportunidades, pero las Lecap y otros instrumentos de inversión a corto plazo siguen pagando rendimientos por encima de la inflación proyectada. A esto se suma un tipo de cambio oficial que corre muy por debajo del IPC, generando expectativas de estabilidad cambiaria a corto plazo.
Esta combinación de factores hace que el carry trade vuelva a lucir atractivo: se toma posición en pesos, se invierte en instrumentos de renta fija, y se espera que el tipo de cambio no se dispare mientras dure la inversión. Si eso se cumple, el inversor gana en pesos sin perder valor en dólares.
Pero claro, hay condiciones clave que deben sostenerse. Y ahí aparece el riesgo.
El rol del dólar blue en el juego del carry trade
Aunque el carry trade se construye principalmente sobre el tipo de cambio oficial, el dólar blue funciona como una especie de termómetro del mercado paralelo. Cuando el blue se queda quieto o incluso retrocede, el clima para hacer carry mejora: los inversores perciben que no hay presión inmediata sobre el tipo de cambio.
Sin embargo, si el dólar blue empieza a moverse fuerte, suele anticipar tensiones que después se trasladan al resto del mercado cambiario. En ese sentido, el blue puede ser un indicador adelantado de cuándo salir del carry. Si sube rápido y sin freno, muchos empiezan a desarmar posiciones para cubrirse.
Así, aunque no forma parte directa de la operación, el dólar informal es una referencia que nadie deja de mirar. Porque en este país, el mercado oficial y el paralelo están mucho más conectados de lo que parece.
Los peligros latentes del carry: intervencionismo, brechas y shocks externos
El principal riesgo de esta estrategia es un salto abrupto del dólar oficial o de los financieros. Si el tipo de cambio se escapa, todo lo ganado en pesos puede evaporarse en cuestión de días. Y en Argentina, ya lo sabemos, los giros inesperados no avisan.
Aunque recientemente el cepo cambiario fue levantado por el gobierno de Milei, el mercado aún convive con tensiones heredadas, y cualquier alteración en el esquema cambiario libre podría impactar en las expectativas de corto plazo. La dinámica actual no descarta movimientos bruscos ante una mayor demanda de divisas o una corrección del crawling peg.
A esto se suma la posibilidad de shocks externos: un cambio en las decisiones de la Reserva Federal en cuanto a la política de tasas de la FED, una caída fuerte de los commodities o una crisis regional pueden alterar el humor del mercado y forzar un rebalanceo de carteras que golpee los activos en pesos.
Quiénes se suben al carry: bancos, traders y algunos minoristas osados
En este nuevo ciclo del carry, los primeros en moverse fueron los fondos comunes de inversión y algunos traders institucionales que ajustaron sus portafolios buscando capturar diferenciales positivos.
Luego, y con algo más de demora, se sumaron ahorristas individuales con perfil de riesgo más alto, que usan plataformas de brokers locales para acceder a Lecaps o bonos ajustables por CER. Este grupo suele entrar cuando ve que el dólar se planchó y el plazo fijo tradicional deja de seducir.
Pero ojo: no es un juego para todos. La estrategia demanda monitoreo constante y reacción rápida. En Argentina, cualquier tweet puede cambiar el tablero en minutos.
Bicicleta financiera: una estrategia de corto plazo con reloj en cuenta regresiva
A diferencia de otras estrategias de inversión más estables, el carry trade es puro timing. Su rentabilidad depende de un equilibrio muy delicado entre tasas, inflación y tipo de cambio. Y si bien hoy ese equilibrio existe, nadie garantiza que dure mucho más.
Muchos en el mercado creen que el margen para seguir bajando tasas es limitado y que tarde o temprano el Gobierno deberá corregir el atraso cambiario. Si eso ocurre, los que estén adentro del carry pueden terminar con rendimientos negativos o directamente con pérdidas en dólares.
Entonces, ¿vale la pena subirse ahora? La respuesta depende de tu tolerancia al riesgo y tu capacidad de seguir el mercado de cerca. Lo que está claro es que, como siempre en Argentina, la bicicleta financiera tiene fecha de vencimiento.