
El 11 de abril de 2025, el presidente Javier Milei anunció el fin del cepo cambiario en Argentina, declarando cerrado el proceso de "saneamiento macroeconómico". Esta medida marca un antes y un después en la política económica del país, que convivía con restricciones cambiarias desde 2019.
Respaldado por un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Gobierno apunta a una mayor liberalización del mercado, implementando un nuevo sistema de bandas cambiarias.
En este artículo te contamos qué es el cepo cambiario, por qué se implementó, cómo influye el FMI en esta decisión, y cuáles podrían ser las consecuencias del fin del cepo cambiario en la economía real.
El fin del cepo cambiario
El cepo cambiario es una serie de restricciones impuestas por el Estado para limitar el acceso libre al mercado de divisas, principalmente al dólar estadounidense. En el caso argentino, estas medidas suelen aplicarse para frenar la fuga de capitales, proteger las reservas del Banco Central y evitar devaluaciones abruptas.
En Argentina, el cepo se instauró formalmente en 2011 durante el segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner, aunque tuvo antecedentes en 2001 y antes. Se flexibilizó en 2015 con la llegada de Mauricio Macri, pero regresó con fuerza en agosto de 2019 tras la derrota electoral del oficialismo y la creciente salida de capitales.
Durante los últimos años, los argentinos convivieron con un límite de compra de hasta 200 dólares mensuales, impuestos como el PAIS y retenciones a las ganancias, y un mercado paralelo que floreció en medio de la brecha cambiaria.
Detalles del nuevo régimen cambiarioCon el anuncio del fin del cepo cambiario, el Gobierno introduce un sistema de bandas cambiarias: el dólar podrá fluctuar libremente entre los $1.000 y $1.400. Esta banda busca evitar saltos abruptos y ofrecer previsibilidad al mercado. Las personas físicas podrán comprar dólares sin restricciones, eliminando el tope de 200 USD y los impuestos asociados.
Para las empresas, algunas restricciones seguirán vigentes hasta 2026, especialmente en lo relacionado con pagos al exterior. El equipo económico busca evitar un shock importador que desequilibre la balanza comercial.
Detalles del nuevo régimen cambiarioCon el anuncio del fin del cepo cambiario, el Gobierno introduce un sistema de bandas cambiarias: el dólar podrá fluctuar libremente entre los $1.000 y $1.400. Esta banda busca evitar saltos abruptos y ofrecer previsibilidad al mercado. Las personas físicas podrán comprar dólares sin restricciones, eliminando el tope de 200 USD y los impuestos asociados.
Para las empresas, algunas restricciones seguirán vigentes hasta 2026, especialmente en lo relacionado con pagos al exterior. El equipo económico busca evitar un shock importador que desequilibre la balanza comercial.
El rol del FMI en el levantamiento del cepo
El FMI ha sido clave en esta decisión. El nuevo acuerdo Stand-By firmado en abril incluye un rescate por 20.000 millones de dólares, de los cuales 12.000 millones se desembolsan de inmediato para fortalecer reservas.
Entre las condiciones impuestas por el Fondo se encuentran la eliminación de distorsiones cambiarias, la reducción del gasto público y una política monetaria contractiva. Según el FMI, la salida del cepo permitirá recuperar la confianza, atraer inversión extranjera directa y unificar el mercado de cambios.
¿Qué significa levantar el cepo cambiario en Argentina?
El fin del cepo cambiario puede tener efectos dispares. A corto plazo, la apertura podría generar presiones inflacionarias si el tipo de cambio se dispara dentro de la banda. Sin embargo, también puede bajar la expectativa de devaluación y reducir la brecha con el dólar blue.
Para los ahorristas, se abre la posibilidad de comprar dólares sin impuestos y operar con mayor transparencia. En el comercio exterior, podría mejorar el ingreso de divisas y reactivar importaciones. El mercado inmobiliario, por su parte, podría reanimarse al eliminarse parte de la incertidumbre cambiaria.
Consecuencias del fin del cepo cambiario
El nuevo régimen necesita estabilidad fiscal y un control estricto sobre la emisión monetaria. El Gobierno deberá mantener una política coherente para evitar que la eliminación del cepo derive en una corrida cambiaria o inflación fuera de control. El verdadero test será la reacción del mercado en las próximas semanas.
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