Dentro de poco se cumplirán 6 años desde que empezara el falseamiento de las cifras y a pocos días de la publicación de nuevos datos sobre la producción local, el Gobierno está tratando de lavar la imagen de esta institución. De hecho, ayer mismo el Indec señalaba que sus procesos de compra y adquisiciones habían sido certificados con la norma IRAM-ISO 9001.
La gestión de la calidad es un tema de interés profundo en el Indec, dado que brindamos información de calidad a nuestros usuarios.
Ana María Edwin, directora del Indec celebraba además las innovaciones metodológicas del isntituto. Por ejemplo, esta semana el Indec informó de que una familia media podía alimentarse con unos $24 al día.
Este proceso de mejora de imagen comenzó hace un tiempo mediante diversas medidas:
Rediseño de la Web.
Camabio en el eslogan haciendo referencia a los más de 100 programas elaborados por el Indec.
Participación de la institución en multitud de foros nacionales e internacionales, junto con la contratación de un nuevo grupo de prensa.
Presentación del 2012.
Algunos periodistas criticaron esta presentación a la que calificaron de faraónica para dar una imagen limpia y transparente del Indec y aludiendo al
mal contenido de dicha presentación.
Los datos publicados no son los únicos objetos de críticas, los
ascensos y contrataciones de conocidos altos cargos de este instituto también generan polémica. Como por ejemplo, la hija de Edwin que vio como su salario se incrementaba notablemente en apenas un año.
A pesar de los continuos intentos por mejorar su imagen, como la pasada semana en la
bienbvenida a la Fragata Libertad,
las cifras y sus
diferencias con los datos de consultoras privadas hacen evidente su
falta de objetividad. El Gobierno incluso ha llegado a prohibir publicaciones críticas con esta institución, en las que se destaca que el porcentaje de
profesionales trabajando en el Indec es del 40%, mientras que en el resto de países de la OCDE esta tasa no suele bajar del 50%.
