Ayer conocíamos los datos sobre inflación que las empresas privadas le asignan a la Argentina, a la espera de poder conocer las cifras que los organismos públicos le otorgaban para realizar la comparación.
Como era de esperar, lo datos difieren mucho entre sí. Las tasas de inflación según el Indec es de 10,8% y esto son 14,8 puntos por debajo de la inflación calculada por las consultoras independientes. El Instituto Nacional de Estadística y Censos confirmó con sus datos que el incremento en el costo de la vida es menor a la mitad de lo que calculan los legisladores de la oposición. En el siguiente gráfico se muestran los datos oficiales (azul) y los de empresas privadas (naranja):
El PBI también bajo sospecha
Los datos sobre inflación no son los únicos que son
fuente de manipulación por parte del Gobierno, otros como los de
PBI no gozan de credibilidad y poco tienen que ver con la realidad. Todas estas
irregularidades estadísticas provocan una distorsión de la percepción que se tiene sobre la economía.
Para el
Indec, la inflación es incluso inferior a la registrada en 2010, donde se alcanzó la cifra de
10,9%. A pesar de que los datos sobre inflación fueran muy similares a los del año 2010, no ocurre así con las
cifras de PBI. En el año 2010 el crecimiento, según datos del Indec, había alcanzado un
crecimiento del 9,2%. Sin embargo, desde septiembre hasta diciembre de 2012 el crecimiento fue del
2,1% y aunque el crecimiento para el último trimestre haya sido asombroso (cosa que analistas y economistas tampoco creen) no se prevé que se consiga el
objetivo de crecimiento de 3,4% que estimó el Gobierno en su Presupuesto de 2013.
Incluso miembros de los
sindicatos favorables a la Casa Rosada afirmaron ayer ante Carlos Tomada, Ministro de Trabajo, que los precios de "30 o 40 productos del consumo masivo de los trabajadores" se habrían incrementado un 25%,
alineándose con la postura de las consultoras privadas.