Los nuevos cajeros no son suficientes por la inflación
Si hasta ahora realizar una transacción bancaria resultaba a veces irritante por el tiempo de espera en la sucursal del banco, parece que además ahora no evitaremos este problema si intentamos realizar las gestiones nosotros mismos desde un cajero automático.
Los bancos no paran de aumentar el número de cajeros automáticos por las calles argentina, pero esto no parece suficiente para frenar el acuciante problema de inflación que sufre la Argentina. Los usuarios bancarios, como consecuencia de la inflación, deben aumentar sus visitas a las oficinas de su banco para sacar plata, realizar transacciones... Y parece que el ritmo de crecimiento de los cajeros no logra frenar estas demandas. Tal y como explicaba un banquero:
Por la inflación, se necesitan cada vez más billetes para hacer las mismas operaciones. Por lo que, por ejemplo, crecen la cantidad de extracciones de efectivo, además de otras operaciones.
A lo largo de este año se sumaron unas 800 nuevos cajeros automáticos, lo cual supone un incremento del 5,4%, muy por debajo del ritmo de crecimiento de la inflación, que muchas instituciones independientes cifran en 25%.
A este hecho hemos de sumarle la circunstancia de que los bancos cada vez más alientan a sus clientes para que utilicen los servicios de Home banking como medida para ahorrar costos ya que de media, a un banco una transacción habitual le cuesta entre 15 y 20 pesos, y alrededor de 1 peso si se realiza mediante servicios electrónicos o de Internet.
Asimismo se achaca a la Ley Recalde de 2010 que la situación se complicara puesto que esta normativa obligaba a los bancos a no cobrar comisiones en sus cajeros automáticos por determinadas operaciones. Hasta ese momento los bancos con más cajeros sacaban una buena tajada de las entidades financieras más pequeñas pero desde ese momento, los bancos dejaron de tener un incentivo para aumentar todavía más el número de cajeros por banco.